Haces que mi cielo vuelva a tener ese azuL.

Es increíble. Una vez más. Eres increíble. Lo que nos pasa lo es.

Ahora, justo ahora que yo ya estaba dispuesta a alejarme, alejarte...o yo que sé. Cualquier cosa que se le parezca...y de repente, todo vuelve a cambiar, todo retrocede. Es como si el giro de 180 grados que hace a penas unos meses dio mi vida, haya vuelto a darlo pero en sentido contrario.

Realmente no lo entiendo, pero tampoco quiero entenderlo. Quiero ser exactamente lo que estoy siendo, aunque esto pueda traerme un mal final.

Quiero ser esa idiota que se pasa las horas escuchando canciones de amor, ésa que se despierta pensando en él y que se duerme con su sonrisa en la cabeza.

Antes escribía metáforas, palabras sin sentido, escondidas en sutilezas o frases que podían hacer pensar a aquel que lo leyese. Ahora vuelvo a ser simple, transparente...vuelvo a experimentar eso que los demás llaman niebla.

Pero hay una diferencia, mi niebla es preciosa y tiene muchísimos rayos de sol.

No es gris, es de colores, y me gusta. Porque hay días en los que puedo decir que la vida me regala otro color, es curioso ver como todo cambia y a la vez vuelve a su sitio.

El odio brutal que yo podía tenerle a los domingos...y a los lunes por la mañana.

Y ahora los adoro. Quiero que todos mis días sean domingos, y que todas mis mañanas se parezcan a las de los lunes al despertar.

Antes me encantaba el pasado, porque siempre recordaba mis momentos, y sabía que aunque no volviesen a repetirse iban a ser siempre mios. Ahora quiero fabricar miles de momentos nuevos, que superen de lejos a los pasados, quiero un presente y un futuro pero a su lado, con él.

Sacarle te quieros a ratitos, quedarme con su sonrisa y regalarle mi vida.

Quiero pensar que todo es posible, que puedo con todo, que soy capaz de ser mejor persona y de demostrarlo al mundo.

Sonreírle a las mañanas y al mundo, para que sea incapaz de no responderme de la misma forma.

Y a la vez tengo pánico, sí digo pánico y no miedo. Porque el pánico es distinto...es más fuerte, más intenso. Ya había conseguido mucho y ahora todo se ha borrado. Y ahora no sé que hacer conmigo misma. Porque me encanta estar así, pero al mismo tiempo me aterra que en unos días todo se evapore y la ostia sea mayor.

Es como tirarte de un helicóptero sin paracaídas y esperar a que alguien esté esperando por tí abajo para salvarte.

No tienes seguridad, es arriesgar, arriesgarlo todo.

Pero hay algo seguro...los segundos, los minutos en el aire serás siempre tuyos. Porque nadie podrá quitártelos. Serán tu libertad, tu sonrisa, tu cielo azul.

Porque tú y solo tú, pintas de colores mis mañanas solo tú. Y por supuesto, haces que mi cielo vuelva a tener ese azul...y tengo mucho miedo de caerme pero al mismo tiempo estoy en una nube. En mi cielo azul, volando y soñando por tí.

Porque volvería a tirarme sin paracaídas, con los ojos cerrados...

Porque pase lo que pase...aunque luego diga que me arrepienta, en el fondo sabré que no es cierto. Porque si no lo hubiese hecho me habría odiado para siempre. No hubiera podido vivir pensando de que color sería el cielo.

Gracias por devolverme la sonrisa.