Princesa mía.

Un día, hace mucho tiempo ya, estabamos cerca de mi casa, era invierno y quedaba poco para nochevieja.
Estábamos con tu movil, ese viejo gris que tanto me gustaba, y me dijiste que había una canción que te gustaba mucho porque te recordaba a mi.
La pusiste, y la apoyaste encima de un muro de ladrillo, la canción empezó a sonar y me besaste.
Nos besamos con la canción de fondo, hasta que se terminó. Cuatro minutos, desde entonces, cada vez que la oigo me acuerdo de ese momento.
Y aunque han pasado años y muchas cosas con ellos, sigues estando a mi lado, con nuevas canciones de fondo, con nuevas miradas, con nuevos besos.
Y cada día que pasa te quiero más.
Y ya son 4 diciembres contigo. Pero este es especial. Porque el frío no es tan fuerte. Porque tu voz está conmigo cada noche antes de irme a dormir. Porque tengo libertad para quererte más que a nadie. Porque el deseo de nochevieja del año pasado no se cumplió pero el de las pestañas sí. Y adoro soplar pestañas con fuerza y pedir deseos.
Y quiero ser lo que sea pero ser algo en tí.
Que me sientas y que alguna vez escuches una canción que te recuerde a algo que hayamos vivido. Momentos insignificantes que seguro has olvidado, como yo habré olvidado otros mil. Pero existen y a veces vuelven. Como aquella vez hace cuatro años. En cuatro minutos. Que recordaré toda la vida. Que he recordado hoy al buscar música vieja para tu coche, al ver el título.


Princesa mia.

I love you till the end.

Aun con el miedo que se aferra a los huesos y me dice que pare, que basta, que frene el sentimiento, que así está bien, que es mejor sentir poco que mucho, que todo es proporcional y a mayor sentir mayor dolor.

Aun con las miles de veces que me he repetido que la dependencia no es buena, que la fuerza es necesaria sacarla de una misma y no de los demás...

Y ahora me toca admitirlo. Sí, tengo miedo, pero cuando te tengo cerca desaparece, y entonces no me doy cuenta de lo que pasa alrededor, a lo mejor como decía hache en a 3 metros sobre el cielo, no quiero darme cuenta de lo que pasa alrededor, me acostumbro a respirar tu aire...y ya está, no hay más.

Pero tengo miedo porque esto no razona, es todo corazón, porque me parece que con lo que te quiero podría llenarse el mundo de estrellas, podría incluso alumbrar el día más oscuro de invierno. Pero aunque sé que ya te quiero más de lo que debería esto no frena. Los frenos no van. Ahora mismo está como un kamikaze a toda ostia y sin cinturón de seguridad...

Como un loco por ti.

Y sí, te quiero.

Como siempre y como nunca, a toda ostia, con calma y sin pensar.

Pero ¿Sabes? me encanta la velocidad, me encanta sentirte sin más, y que por lo menos si hay que tener miedo por algo prefiero que sea a perderte que a cualquier otra cosa del mundo.

Y la respuesta a eso es simple. Porque ahora estás conmigo, y eso es velocidad, eso es adrenalina, es fuerza, es vida.

Es tu boca sobre la mia y tus manos en mi cintura.

Es tu aliento en mi cuello y tu risa en mi oído.

El motor que empuja mi vida, eres tú a mi lado, es el viento...

Por eso te quiero, ahora y siempre...

te amaré hasta el final...i love you till the end.

Vivo enamorada de tus ojos y enganchada a tu risa...

¿Sabes que haría lo que fuese con tal de verte reír?

Es algo difícil de explicar, tal vez ni yo misma sé contarlo.

Tu risa, me enganchó desde el primer momento en que la vi.

No es como las demás, no sé...es diferente.

Puedo estar realmente jodida, que entonces vienes tú, me acaricias la mejilla y me levantas la barbilla para que te mire, y entonces pasa, me sonríes. Y todos los problemas, todas las preocupaciones...se van.

También hay días en los que me apetece sonreír y entonces tú también lo haces, y consigues que me siga apeteciendo cuando llego a casa.

Y por eso sé que haría lo que fuese con tal de verte reír.

Porque tu risa es vida, esa que a veces me falta y tú me das.

Y desde hace casi nueve meses, me paso el día sonriendo. No me había dado cuenta de lo importante que es reírse...hasta que te conocí.

Cuando me llamas por teléfono y me arreglo corriendo porque sé que en minutos te tengo en la puerta. Cuando veo una película y algo de lo que dicen me recuerda a tí.

Cuando sueño contigo y me despierto. Cuando me guiñas un ojo. Cuando me abrazas. Cuando me cantas algo bonito. Cuando te oigo cantar en la ducha... Andando por la calle, bailando en el coche con la música alta, hablando por teléfono, cuando te voy a buscar al metro y te veo subir las escaleras. Cuando me mandas un sms, cuando me haces reír con alguna tontería..., cuando te veo dormir...y sobre todo cuando sonríes. Porque es instantáneo, porque pasa, porque disfruto haciéndote reír,porque me encanta. Porque me muero en tu risa...

Porque te quiero.

Y porque irremediablemente...vivo enamora de tus ojos y enganchada a tu risa.

Quiero.

Y solo quiero ser si es contigo, sonreír y sentir tus labios mientras respiro

Solo quiero estar con tus noches, en tus ojos y en tu voz.

No quiero un viento que no huela a tí, no quiero un lugar que no me recuerde a algo vivido contigo, no quiero un sueño en el que no estés tú.

Quiero días contigo, tardes a tu lado y noches en tí.

Tú eres mi arte, quiero dar vueltas con el coche y que todos los semáforos estén en rojo para besarte. Mirarte, y saber que puede que no te merezca pero no puedo soltarte.

Decirte, que nunca había visto nada tan bonito, que nunca había sentido algo tan grande y que nunca había sido feliz por cosas tan pequeñas.

Que tú eres mi razón de vivir, y que aunque suene tópico no podría vivir sin tí.

Que apagaría todas las estrellas del mundo y me daría igual, que si tu estás frente a mí tengo todo el firmamento entero en mis ojos.

El frío no existe si me tocas. El aire no falta si me besas. El ruido desaparece si me hablas.

El tiempo corre muy rápido y a veces no me doy cuenta de la maravilla que es tenerte a mi lado. Porque siempre tengo algo por lo que luchar. Porque contigo nunca pierdo las ganas de vivir, de sonreír, de salir adelante.

Y me da miedo quererte tanto, ese es mi mayor miedo, quererte demasiado.

Pero no puedo hacer nada, nada, porque cada día te quiero un poco más.

Porque no hay cosa que me guste más que mirarte mientras duermes...

Cosas por las que merece la pena vivir.

Podrías nombrar millones de cosas por las que crees que la vida es una auténtica mierda. ¿Pero cuántas nombrarías en su caso opuesto?

Para mí la vida es una obra de arte. Depende de la perspectiva, del que la vive, puede ser un lienzo, una canción, una escultura, una película, un buen libro...etc.

Una de las cosas por las que merece la pena estar aquí, es precisamente eso, la variedad, la incertidumbre, el no conocer como acaba. Todos somos muy distintos, pero a la vez tenemos más cosas en común de las que pensamos, como las canciones, las películas...

El chocolate, las aceitunas con sus pepinillos en vinagre, las películas románticas, los acordes menores de un piano, el amor, los besos, abrazos, caricias, las discusiones...y las reconciliaciones.

Las fiestas, esas en las que realmente lo pasas bien, los mensajes bonitos con el móvil, que siempre terminas releyendo antes de dormir, los amigos, los de verdad y con los que solo te ries de vez en cuando, el frio y la manta que te lo quita, el calor...y ese picor en las piernas cuando te da el sol, los baños en la piscina, el mar... La playa con su arena, el sol y ese olor a sal. El sonido de las olas, la sonrisa que te sale cuando recuerdas algo feliz. Bailar, gritar, cantar y que te canten al oído. Llorar de la risa, reír sin saber por qué, un beso en la frente.

La sonrisa de un niño, los perros, los gatos, los animales en general. Un beso robado, una sorpresa, un viaje, una mirada.

Las noches sin dormir y las mañanas durmiendo. Soñar, saltar, intentar aprender algo, desesperarte cuando no te sale y aprenderlo de verdad.

Querer...y aquí entra todo. Todo lo bonito está en querer, si no quieres, estás sin vida.

Querer a un amigo, a un padre, una madre, un hermano/a, un primo, un vecino, un abuelo/a, un perro, un gato...

Y luego está el Amar... eso que es más fuerte, eso que no eliges, que te encuentra. Eso que intentas evitar y que acaba por cambiarte. Eso que es capaz de darte vida en el peor momento y hacer todo lo contrario. Lo que te da vueltas y no te para. Lo que te abraza y no te suelta. Y sobre todo eso que hace que te acuerdes de todo lo que acabo de escribir. De lo bueno, de lo bonito de la vida, de lo que vale la pena. De la fuerza, de la sensibilidad, de las ganas de gritar, de soñar, de salir de fiesta, de comer, de ver películas románticas, de cantar...

Y aquí entras tú.

Frio y calor al mismo tiempo, pasas de -10º a 40 en un instante, eres invierno, verano, primavera y otoño. Eres mi querer y mi amar, y por lo tanto si tuviese que elegir una sola cosa en el mundo, algo por lo que mereciese la pena vivir, sin duda lo primero en lo que pensaría serías tú.

¿Por qué?, no lo sé, tal vez por qué de repente apareces, y haces que todo valga la pena. Porque sonrío y canto, y me gusta quererte. Porque no hay mejor plan que unas simples horas a tu lado.

Quizás porque cuando todo es frágil, apareces y me haces fuerte. Y cuando todo está bien, simplemente sigues estando...y eso me hace sentir todo con ganas, me hace querer seguir fabricando momentos y luego recordarlos con una sonrisa. Que aunque todo esté hecho un desastre ahí fuera, tú estás conmigo, y eso es más que suficiente.

Y que a parte de lo que me hayas hecho, me haces o me harás sentir, estás tú, y es increíble.

El arte de vivir.

Se besaban, una y otra vez, dedicando a cada roce de labios una sonrisa.

Besos cortos, la mano de él en la espalda de ella, el aire de ella en la boca de él.

Entre la multitud, rodeados de muchísimas personas que parecían no existir.

Instante diferente, o quizás no, tal vez solamente una simple escena que ocurre a menudo y que nadie se para a observar.

Sin embargo desde una zona algo apartada unos ojos cansados les observaban, y entonces sucedió, una sonrisa emergió en la calma de su rostro.

Volvían a juntar sus labios,ella cerraba los ojos. Pero él sonreía justo en el segundo en que sus labios quedaban libres.

Concepto algo abstracto el de libertad, pues la libertad de sus ojos estaba en los de ella, presa en pupilas, reflejada en sonrisas.

Los demás no se fijaban, pero la chica distraída que les miraba desde lejos sí, los observaba, y a cada sonrisa de él su apatía se alejaba.

No se cansaban y parecían habitar un mundo aparte. La chica parecía estar susurrándole alguna cosa y él le apartaba el pelo de la cara.

En la escena él permanecía absorto en sus detalles. Siin parar de mirarla, sin dejar de escucharla, el mundo no era mundo, era ella. El bullicio no existía, solo su voz se adivinaba entre el corto espacio entre ambas miradas.

Y es increíble porque la persona que les miraba podía sentir lo que él sentía, o tal vez no, posiblemente su vista desde el exterior hacía que lo sintiese de otra forma, de cualquier manera, sus ojos se encendieron y aquella imágen la atrapó en un pequeño instante, como si de una estrella fugaz se tratase en medio de aquel alboroto de ojos ciegos.

El sentir es subjetivo y hay tantas formas de querer...todas son distintas. Se trataba de una continua guerra de besos fugaces que no cesaban en aquella inmensidad.

Algo empalagoso desde luego, y quizá demasiado hasta para la persona que vislumbraba aquello, pero era diferente.

No podía observar el rostro de la chica, pero no hacía falta, porque podía verla reflejada en él.

Rebosante de alegría, sin cuestionar nada, ni él mismo podría darse cuenta, pero así era.

Cuantos problemas en el mundo se extinguirían si el resto de personas que les rodeaban en aquel preciso instante se hubieran percatado de aquello, de un simple momento, labios que se encuentran, libertad que los ata...

No sabía quienes eran, ni tampoco le importaba, ni siquiera se dio cuenta de que había permanecido mirándoles varios minutos.

Hasta que apartó sus ojos un instante y segundos después ya no estaban. Se habían perdido entre la multitud, entre el resto del mundo que no parecía estar junto a ellos.

Volvió a sonreír... Fue entonces cuando se dio cuenta...

Que increíble es. Pues sin conocer nada lo sabía todo.

La sonrisa y su mirada, aún a varios metros de distancia consiguieron algo que ni mil realidades habrían logrado.

Una sonrisa...y arte.

Que distinto sería el mundo si únicamente nos dedicasemos a sentir.

Pues que mejor arte...que el arte de vivir.

Que estés a mi lado.

Por eso te doy gracias...por enseñarme lo que es sentir.

Es como el aire, como el mar, como el viento.

Como esa canción que no te cansas de escuchar y que cada vez te gusta más. O como ese libro que te encanta y lo relees cuando no tienes sueño por las noches, ese con el que sigues emocionándote igual que cuando lo leíste por primera vez.

A la gente le gusta empezar cosas nuevas, las personas adoran sentir emociones diferentes con gente distinta. Cambiar, probar, experimentar. Suelen quedarse con las primeras partes de las películas, y no les gustan las versiones de canciones antiguas. Suelen decir que las cosas repetidas aburren y que las películas pierden su gracia si las ves mas de dos veces.

Por eso viven vidas llenas de relaciones que terminan, vidas llenas de sueños que no llegan a cumplirse porque se aburren en la lucha y deciden dejarlo y cambiar de meta. Van a lo fácil a lo que no hace daño, a la vida sin complicaciones, a la diversión a base de experimentar.

Les gusta empezar relaciones nuevas y olvidarse de todo lo anterior.

A veces es mejor olvidar...pero los recuerdos bonitos pueden hacer que sonrías solo con cerrar los ojos. O tal vez viendo algo que te recuerde a ese momento. Escuchando canciones, viendo películas o viendo fotografías.

O simplemente viendo en una mirada algo que ya viste y que echabas de menos más que cualquier otra cosa. Esto fue lo que me pasó ese día en tu coche...aquel 16 de enero, cuando vinieron a mi cabeza imágenes de tantos días. Los días de verano de 2007. El 2 de agosto de 2008...entonces me quede sin aire. Por un momento no podía creer lo que veía, ya no eran tus palabras, eran tus ojos...y eso era algo demasiado fuerte, algo que irremediablemente hacía que me entrasen unas ganas tremendas de llorar, de gritar... de quedarme siempre en esa mirada.

En esos recuerdos y en los que podrían venir nuevos. Sí creo que eso es lo que más me gustaba, lo que le gusta a todo el mundo, el cambio, lo nuevo...pero contigo.

Por eso para mí los recuerdos son importantes, porque todo lo que hacemos será un recuerdo, y si son lo bastante buenos pueden llegar a darnos fuerzas.

Por todo esto yo veo siempre las segundas partes de las películas, aunque luego me siga quedando con la primera.

Escucho canciones antiguas y puedo leerme mil veces el mismo libro...que sigo emocionándome de la misma forma.

Por eso puedo ver 800000 veces dirty dancing que sigo bailando y riendome con las mimas cosas y sigo adorando a patrick swayze.

Por ello puedo comer 200000 veces lasaña que cada día me gusta más.

Puedo llorar con moulin rouge la vea las veces que la vea. Por eso sé que no necesito nada más.

Porque puedo mirarte 1000000 veces que cada vez que lo hago siento cosas nuevas.

Son las mismas y a la vez diferentes. Como cuando me besas...que todo es increíblemente perfecto. Porque lo siento, siento todo. Y siento que eres mucho más de lo que nunca podrás saber. Y que esto nunca va a terminar, pero no porque no pueda acabar, porque eso nadie puede jurarlo. Porque se, y el tiempo, los momentos me han enseñado... que nunca sería capaz de olvidarte. Ni tus ojos, ni tu sonrisa...ni tus manos.

Dicen que las cosas se terminan, que todo acaba y que no puedes aferrarte a nada, porque nada es para siempre. Pero entonces ¿Por qué no hacer de un instante una vida entera?. Si haces eso, todos tus momentos serán SIEMPRE.

Y yo solo puedo agarrarte fuerte para que esto no se acabe y respirar en tus labios.

Porque quiero desesperarte y pedirte perdón luego con cara de niña buena, porque quiero ir siempre al cine contigo, me da igual la película que sea. Porque quiero picarme jugando al pro y que tu me digas que te has dejado ganar y yo me enfade!

Porque aunque casi no nos veamos y te eche de menos constantemente...

Tú me has hecho fuerte, y tu sonrisa me ha ganado.

Solo quiero pedirte una cosa...que estés a mi lado.

Sol de primavera y tú.

Quiero ser parte de tí

y que sientas en cada latido el calor de mi piel

tu pensamiento y mi nombre.

Te quiero, no, es más, muchísimo más.

Quiero pasar cada minuto de mi día a tu lado.

Canto y sonrío y todo por tus ojos.

Quiero saber que has visto en mí para poder entender que tengo que conservar

porque no quiero que te vayas.

Que sean tus labios los únicos.

Eclipsas mis tardes grises con tus ojos de caramelo

y endulzas mis noches amargas con tus labios de fresa.

Pienso en tí más de lo que debería y tu nombre está en todas partes.

No sé que es esto, no lo sé todavia. Porque es lo mas maravilloso que me pasa en mucho tiempo

Es que ahora me doy cuenta de que tú eres lo único que me ha hecho feliz en todo este tiempo

y por eso no puedo concebir una vida sin ti.

Que me mires cuando me enfado y sonrías, y después me digas que te encanta verme enfadada.

O cuando te ries de mis tonterias y yo te digo que te estas riendo de mí como siempre y tu respondes que no

cuando me llamas enana, que yo me enfado porque odio ser una enana para tí y tu te ries más.

Cuando te obligo a hacerte fotos o me pongo demasiado cariñosa.

Cuando te beso antes de bajarme del coche, que no quiero irme y me voy corriendo para alejarme cuanto antes,

porque sé que me quedan 5 dias largos por delante hasta que vuelva a verte.

Es el calor que siento cuando me acaricias, el escalofrio que recorre mi espalda cuando me besas el cuello.

La sonrisa de boba que se me planta en la cara cuando te miro a los ojos.

Y esa absurda adicción que tengo a quererte...

que no sé por qué lo hago, por qué nunca se acaba, pasen los días que pasen...no existe en el mundo nadie que pueda quererte como yo, y ahora lo sé.

Porque yo disfruto con cada detalle, porque cada día descubro algo nuevo en ti y me gusta más que lo que ya conocía te sigo echando de menos cada tarde y sigo esperando con ansias los viernes para verte.

Que me da igual verte solo, aunque sea de lejos mientras juegas al futbol...porque eso ya es todo.

Y ni te imaginas...lo que puedo sentir cuando me dices un te quiero...

que lo haces poco, pero cuando lo haces...el mundo entero vibra y se pone del revés.

Y mi corazón empieza a correr.

Que estoy jodidamente jodida, porque te quiero más de lo que debería.

Y tu aire es el único aire que puedo respirar.

Sol de primavera y tú =)

Instinto de supervivencia

“El amor de verdad, no es como las novelas ni las historias de amor de la televisión, la gente no se mata por amor, es un concepto que hemos concebido de forma errónea, las personas tenemos una parte animal que siempre acaba venciendo a la racional. La gente muere por salvar su vida. Tú no eres Shakespeare ni tu historia es la de Romeo y Julieta".

Por eso vive, vive tus propias historias, besa como nadie ha besado y siente como nadie ha sentido, no bases tu vida en un sentimiento, siente todo a la vez y nunca dejes de hacerlo. Dáselo todo sin que él se de cuenta, para que no tenga tiempo de rechazarlo, y que cuando tenga opción esté tan loco por ti que no pueda despreciarte. Ama, y no esperes a que la vida te quite lo único que le da sentido, pues la vida sin vida qué sentido podría tener. Lucha hasta el final y no te rindas nunca.

¿Sabes cuando realmente se ama a otra persona?, cuando eres capaz de dar tu vida por ella, pero no por salvarla, pues en tu vida podrás dar la vida por muchas personas de las que no estarás enamorada. Es cuando es instantáneo, sin pensarlo, sin dudarlo si quiera. Un acto reflejo, algo que no puedes evitar. Como dormir o respirar.

¿Y sabes como se llama eso?... Instinto de supervivencia. Das tu vida por salvar la suya, porque eres consciente de que sin su simple existencia, aunque no esté contigo, sin su aire, aunque no lo respire a tu lado, sin su vida…no podrías seguir viviendo”

Sí, eso es lo que yo llamo amar a una persona. Es fuerza pero también es debilidad, pues llega un momento en el que dependes totalmente de su existir. Es su vida pero también es la tuya.

...y eso da realmente miedo. Porque es algo que no puedes razonar, algo inevitable.

A mi me basta, el estar a tu lado. Viviendo tu vida, la mia, o la de los dos.

Porque sé que no sé vivir otra vida que no sea contigo.

Eso es lo que quiero.

Quiero seguir viviendo así. Aquí y en este momento. Quiero despertarme cada mañana y ver el sol, después de haber estado toda la noche soñando contigo.

Quiero demostrarle al mundo que esto es real, y darle gracias al cielo por haberme permitido ser y estar. Porque no hay cosa más bonita que esto. No existe momento más perfecto que el que paso a tu lado. No sé como he pasado tanto tiempo sin ti, la verdad es que no lo puedo entender.

Me siento fuerte, y he descubierto que no hay cosa en el mundo que me guste más que quererte.

Ya no quiero el viento, ya no quiero el sol, no quiero el mar...no quiero ver ni hacer nada que no sea de tu mano.

Eres la esperanza, mis sueños, mi sonrisa.

Por más que lo intente juro que no sabría expresarte lo que siento, me quedo en blanco, ni siquiera sé escribir todo lo que estoy pensando o sientiendo, me gusta demostrarlo. Quiero sentir sin importar nada más. Porque ¿sabes? No hay cosa más increíble que mirarte y verlo en tus ojos.

Ver que es real, ver que existe. Que no quiero apartarme de ti. Porque no te cambio por nada.

Haces que mi cielo vuelva a tener ese azuL.

Es increíble. Una vez más. Eres increíble. Lo que nos pasa lo es.

Ahora, justo ahora que yo ya estaba dispuesta a alejarme, alejarte...o yo que sé. Cualquier cosa que se le parezca...y de repente, todo vuelve a cambiar, todo retrocede. Es como si el giro de 180 grados que hace a penas unos meses dio mi vida, haya vuelto a darlo pero en sentido contrario.

Realmente no lo entiendo, pero tampoco quiero entenderlo. Quiero ser exactamente lo que estoy siendo, aunque esto pueda traerme un mal final.

Quiero ser esa idiota que se pasa las horas escuchando canciones de amor, ésa que se despierta pensando en él y que se duerme con su sonrisa en la cabeza.

Antes escribía metáforas, palabras sin sentido, escondidas en sutilezas o frases que podían hacer pensar a aquel que lo leyese. Ahora vuelvo a ser simple, transparente...vuelvo a experimentar eso que los demás llaman niebla.

Pero hay una diferencia, mi niebla es preciosa y tiene muchísimos rayos de sol.

No es gris, es de colores, y me gusta. Porque hay días en los que puedo decir que la vida me regala otro color, es curioso ver como todo cambia y a la vez vuelve a su sitio.

El odio brutal que yo podía tenerle a los domingos...y a los lunes por la mañana.

Y ahora los adoro. Quiero que todos mis días sean domingos, y que todas mis mañanas se parezcan a las de los lunes al despertar.

Antes me encantaba el pasado, porque siempre recordaba mis momentos, y sabía que aunque no volviesen a repetirse iban a ser siempre mios. Ahora quiero fabricar miles de momentos nuevos, que superen de lejos a los pasados, quiero un presente y un futuro pero a su lado, con él.

Sacarle te quieros a ratitos, quedarme con su sonrisa y regalarle mi vida.

Quiero pensar que todo es posible, que puedo con todo, que soy capaz de ser mejor persona y de demostrarlo al mundo.

Sonreírle a las mañanas y al mundo, para que sea incapaz de no responderme de la misma forma.

Y a la vez tengo pánico, sí digo pánico y no miedo. Porque el pánico es distinto...es más fuerte, más intenso. Ya había conseguido mucho y ahora todo se ha borrado. Y ahora no sé que hacer conmigo misma. Porque me encanta estar así, pero al mismo tiempo me aterra que en unos días todo se evapore y la ostia sea mayor.

Es como tirarte de un helicóptero sin paracaídas y esperar a que alguien esté esperando por tí abajo para salvarte.

No tienes seguridad, es arriesgar, arriesgarlo todo.

Pero hay algo seguro...los segundos, los minutos en el aire serás siempre tuyos. Porque nadie podrá quitártelos. Serán tu libertad, tu sonrisa, tu cielo azul.

Porque tú y solo tú, pintas de colores mis mañanas solo tú. Y por supuesto, haces que mi cielo vuelva a tener ese azul...y tengo mucho miedo de caerme pero al mismo tiempo estoy en una nube. En mi cielo azul, volando y soñando por tí.

Porque volvería a tirarme sin paracaídas, con los ojos cerrados...

Porque pase lo que pase...aunque luego diga que me arrepienta, en el fondo sabré que no es cierto. Porque si no lo hubiese hecho me habría odiado para siempre. No hubiera podido vivir pensando de que color sería el cielo.

Gracias por devolverme la sonrisa.

Delirios de despedida.

Ahora he entendido por qué no puedo apartarme de tí.

No es que sea estúpida ni que me guste pasarlo mal. Tampoco es por superarme y decir: yo puedo con esto y me quedo aquí aguantando lo que sea. Quizás es eso lo que me digo a mi misma, que huír es de cobardes, que luche, que lo vea como algo improbable pero nunca imposible.

Y luego está la otra parte de mí que me dice que espere, que sea su amiga siempre, porque no puedo perderle, no quiero que se vaya. Que me mentalice de una vez de que es mejor así y que vea normal que bese a tantas como quiera, que se lo pase bien con ellas...incluso que algún día se enamore de alguna otra. Tal vez eso es lo que llevo haciendo demasiado tiempo...permanecer ahí, a su lado, como si nada pasara. Intentar ignorar lo que veo, lo que oigo...y lo más importante ignorar por completo lo que siento. Total ¿Qué son los sentimientos?. A caso se puede comparar el amor con el sexo. El cariño con la amistad. La tranquilidad que da una mirada con una noche de fiesta...

Aquí lo que importa es lo superficial, el tener a alguien que realmente nos quiera es lo secundario.

Y realmente le necesito, más de lo que digo, muchísimo más de lo que yo misma sé.

Y aún así pretendo marcharme, dejar de ver lo único que es capaz de alegrarme el día. Dejar de escuchar la única voz capaz de sacarme miles de sonrisas y hacer que me pase el día feliz, tarareando canciones en mayor. Y ahora me he dado cuenta por fin de por qué le perdono todo, de por qué no sé ser rencorosa, la razón por la cual no me importa que no me diga nada bonito aunque me cabree, y el maldito por qué...ese por el que para mí después de todo sigue siendo la persona más importante del mundo.

Y es que me alegra la vida sólo con mirarme, cuando estoy a su lado caminando escuchándo sus cosas sin hacer absolutamente nada más soy feliz. Sé lo que es la felicidad gracias a él. Y es mucho más simple de lo que la gente cree. Intento ocultar mi sonrisa cuando le veo de lejos, antes de acercarme a darle dos besos, pero me es imposible, es como si el simple hecho de que él esté ahí esperándome me diese toda la alegría del mundo. Es difícil sonreír cuando no te sale pero él hace que también lo sea al revés.

Por eso no puedo alejarme de él, es peor que cualquier droga, más adictiva, más perjudicial...

Y si estoy loca pues lo estoy, me da igual, si pudiese ahora mismo le agarraba fuerte de la mano y me iba con él dónde fuese, al fin del mundo.

Pero se acabó. Aunque esto sea más fuerte que yo, aunque sus ojos sean mi vida. Se terminó no porque yo quiera, si no porque no puedo permitir que mi vida se vaya a la mierda en el momento en el que él se olvide del todo de mí y se aleje. Prefiero alejarme yo ahora que no es demasiado tarde.

Pero no he sido capaz de despedirme, porque odio las despedidas y por qué en el fondo sé que le volveré a ver pronto. Aunque espero aguantar lo suficiente como para que él me eche de menos.

Y si no es así...lo único que me queda es no verle y vivir en la rutina, porque con él la rutina no es rutina, y la vida es vida.

Es horrible saber que has nacido para amar a una persona y a la vez darte cuenta de que todo está en contra y que nunca vas a poder cumplir tu sueño.

Es por él, ..."y eso que cuando apareces se desvanece el dolor y no necesito a nadie más..."

Ese es el motivo. Todavía no he conseguido averiguar que tienes para hacer de mí la persona más feliz y más triste al mismo tiempo.

Te quiero y te odio. Y me odio por quererte. Son todo incoherencias...así soy yo sin él.

Una de cal y otra de arena, diez sonrisas y cien lágrimas...

Es el destino que hace conmigo lo que quiere. Pero no quiero esto más. No puedo seguir siendo sin ser al mismo tiempo. Y él no puede ser todo y nada en mi vida.

Sé que va a estar bien, y necesito pensar que a la larga...yo también.

Porque si te perdiera...aunque ahora no te tenga, mi vida dejaría de valer la pena.

He sido algo importante y no quiero acabar como una más. Eso es algo que me gustaría evitar.

Es la lluvia...contigo pero sin ti.